
Cuando haces un curso de conducción segura, lo más importante no sólo es lo que aprendes con él sino, el tiempo que mantienes lo aprendido en tu cabeza y aprovecharlo a la mínima ocasión que te surja, ¿practicas esas técnicas de conducción en tus salidas? ¡Yo sí! 🙂
Más de x veces = hábito
Cuando haces un curso de conducción segura en moto de higos a brevas, la tendencia natural es la de olvidar todo aquello que no practicas de manera continuada. Por lo que difícilmente te servirá de ayuda lo aprendido llegado el caso de necesitarlo, simplemente porque no lo recuerdas… Aunque suene triste, es la cruda realidad. Pero, ¿qué ocurriría si después de haber hecho el curso, te planteas seriamente practicar las técnicas aprendidas aplicándolas en tu rutina motera diaria? La respuesta es que se mantendrán ahí, frescas y disponibles con sólo pensar en cualquiera de ellas. De hecho, saldrán solas llegado el momento, porque las tendrás interiorizadas al haberlas convertido en un hábito en tu pilotaje, ¿¡A que mola esta movida!? 😛

Aplica lo aprendido en cualquier momento
El otro día, una mañana de domingo con buen tiempo, tenía pensado lavar primero a mi Verdy y salir a continuación a hacer unas curvas. La realidad fue distinta. A esas horas ya podía circular evitando las zonas frescas y húmedas de las múltiples rutas sinuosas a elegir en mis alrededores. Así que dejé para otro momento la limpieza, arranqué y empecé a sumar tramos revirados, hasta que volví con ciento y pico de kilómetros con una sonrisa de oreja a oreja… 🙂

Me lo pasé teta ya que por lo general circulo por rectas y «cuatro curvas», ¡¡¡las de las rotondas!!! Recordé el último curso que hice con la Z1000SX e hice un repaso mental de lo aprendido. Durante los primeros kilómetros me dejaba llevar por aquello de ir cogiendo sensaciones. Rodé por varios tipos de tramos; unos más estrechos que otros. Lógicamente las carreteras más anchas me permiten una conducción más relajada, frente a las más ratoneras, donde juego con la posición del cuerpo sobre la moto (al más puro estilo inglés) para meterme en las curvas.

La Kawasaki no es como la Honda en los mismos giros. Ya sé que físicamente son dos mundos distintos, pero me gusta sentirlo e ir aún más atento. Con la Verdy debo hacer más contramanillar y mover los pesos. A veces levantaba levemente el culete y colocaba mejor la moto apoyado sobre las estriberas en esos giros tan cerrados. Tengo claro que requiere de otro tipo de pilotaje y lo mejor de todo es que me divertía encima sin pasarme lo más mínimo. ¡¡¡Ja, con decirte que llevaba a Murphy en el asiento de atrás aburrido, porque no conseguía colarme ni una!!! 😛
Practica siempre que puedas todo lo aprendido en cursos de conducción segura, es la única manera de recordar y usar las técnicas, ¡saldrán solas!
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…si practicas una y otra vez, ¡sale solo!
Ni qué decir tiene que durante toooodas esas curvas, desplegué de manera más o menos consciente, todas las habilidades que ha de reunir un verdadero Motero270 ¿Eres tú un@ de los míos? 😉
Cuando una goma va llegando al límite de seguridad, su comportamiento puede variar y con ello, tu integridad física… Cada pocos kilómetros debes comprobar el estado de desgaste de tus neumáticos, y sobre todo presiones. Por ejemplo, ¿qué tal cada uno o dos repostajes? Las carreteras del interior, o con poco tráfico, requieren tanta atención como el resto. Las confianzas pueden ser muy traicioneras…
© Agradecimientos y Créditos: Enlaces, menciones y fotos de esta entrada.

NOTA: Puede que los enlaces, imágenes y/o vídeos dejen de verse.
Siempre se olvidan cosas, sobre todo cuando se hacen rutas de viajes largos. Considero que es mas fácil recodar las lecciones aprendidas en las rutas cortas, vas mas concentrado.
Hasta que no se convierten en cosas instintivas, no se puede decir que se han aprendido. Es como ponerse el casco.
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Esa es la idea Jordi, ¡gracias por tu comentario!
V’SsS
PóluxCrivillé
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