Te presento a Verdy, ¡¡¡mi Kawasaki Z1000SX!!!

Así es, Verdy. Un nombre sin complicaciones y nada original pero, es el que elegí para cada vez que nombre a mi nueva Kawasaki Z1000SX Tourer 2019. Para recogerla del conce fui con su hermana y mi colega Sergio. ¿Quieres saber cómo fueron mis primeros pasos con la mil?  

Adapta la moto a ti

¡¡¡Ufff!!! ¿Por dónde empezar? Creo que por darle un enorme voto de confianza a mi Negrita, porque con ella he pasado los últimos 41.479 kilómetros. Estoy absolutamente convencido de que seguirá dando satisfacciones a su nuevo pilot@. Tanto o más que a mí 😉

Ocho años más tarde vuelvo a pasar por un concesionario para recoger otra moto nueva. Ya he tenido una Suzuki, una Honda y ahora le toca el turno a Kawasaki. Cuando vi a la Z1000SX «toda maqueada» y esperando por mí, ¡¡¡me puse nervioso!!!   Fue espectacular verla brillar con tanta intensidad mientras me cautivaba con sus formas. Cuando se me pasó el estado de shock comenzaron a explicarme cómo se abrían, cerraban y quitaban las maletas, ajuste de manetas, altura de la cúpula, configuración del mapping de potencia y control de tracción (KTRC) que dejé en «LOW» y «3» (la más intrusiva) respectivamente, que con la parafina NO quería sorpresas. Y demás detalles menores antes de sacarla a la calle, donde teníamos que instalarle aún la cincha para mi airbag.

Cuando lo tuve todo en su sitio, al fin arranqué el motor y metí primera. Entre que el embrague parece «de mantequilla», y éste tiene menos recorrido que el de mi Hornet, ¡¡¡se me caló un par de veces!!! Tocaba cogerle el punto sobre la marcha… 😛 Sergio y yo debíamos ir a la gasolinera más próxima a llenar el primer depósito de E5, que en castellano sigue siendo la actual gasolina de 95 octanos. Después nos fuimos a hacer un minibook para inmortalizar, en lo máximo posible, su implecable aspecto y estado. Durante el camino me detuve unas pocas de veces hasta que puse los retrovisores a mi gusto, ya que esta operación no se puede hacer rodando con estos espejos tan alejados del manillar. El tacto y ubicación de los intermitentes, claxon, warning es ligeramente distinto al que tengo aprendido con mi Negrita. Así que mi pulgar izquierdo tuvo que ponerse las pilas rápido. Aunque ya probé este modelo, cuando pilotas la T-U-Y-A, lo «sientes» todo de otra manera. Como más personal, ¿no? 😉

Mi Verdy incluía nuevas serigrafías en los laterales bajo el depósito, acabados mate en las zonas grises que contrastan con el verde «purpurina» del resto del carenado y un llamativo cuadro con fondo blanco que, desde luego, se veía bastante mejor que el de la unidad que cogiera días atrás.

Llegando a casa

Cuando llegué al garaje tenía que quitarle las maletas sí, o sí. Lo cierto es que no me molan pero, como venía incluido en el pack tourer de la oferta, las empaquetaré y guardaré hasta un poco probable uso en el futuro. Como llegué a casa de noche, flipé con la buena visibilidad de los dobles faros led y su alcance. Además, tampoco sabía que las ráfagas con estos faros eran tan «fulminantes» 😎

Hechas las presentaciones, ahora me toca una vez más hacer tres rodajes: el mecánico, el de los nuevos neumáticos Bridgestone Battlax Hypersport y el mío como piloto de la nueva montura. Que como ocurriera con la Hornet en su momento, debo conocer cómo se las gasta mi terminator «Verdy» en el día a día 💚💚💚

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