Conducción Segura, curvas

Curvas enlazadas

Sigue los consejos de conducción segura de MOTOCICLISMO. En anteriores capítulos hemos visto las diferentes fases de una curva, y las frenadas tanto antes de una curva como en caso de emergencia. ¿Qué pasa cuando se juntan dos curvas? No te pierdas el nuevo capítulo de Conducción Segura…

EL PROBLEMA. Aprendimos unas semanas atrás a evitar las salidas de la carretera, o las caídas, en curvas aisladas: incluso «diseccionamos» cada curva en tres partes (entrada, paso y salida) para poder analizar en detalle qué puede salir mal en cada una de esas fases, puesto que como hemos visto es ahí donde se acumulan muchos –demasiados– accidentes con consecuencias. Sin embargo, lo que nos solemos encontrar en carreteras son sucesiones de curvas, con frecuencia alternando el lado, que es donde una moto se disfruta de verdad al sentir cómo cambiamos de lado la inclinación y «flotamos» sobre el asfalto.

Pero cuando se suceden dos curvas hacia lados opuestos, no podemos mantener las trazadas ideales de cada una de ellas por separado y hay que plantearlas como lo que son, una sucesión y una dificultad añadida. Como vemos en las fotos, si pensamos sólo en la primera que afrontamos nos encontraremos mal colocados y «pasados» para la segunda.

Lo más habitual es que esta situación se deba a haber llegado ya «justos» a la primera curva, y trazarla cometiendo alguno de los errores que vimos en su día, aunque sin llegar a sufrir una caída o salida de vía. Pero sí llegaremos, nada más salir de esa curva, al principio de la siguiente, y ahí estamos totalmente descolocados: salvo que hayamos reducido suficientemente la velocidad, será en esa curva donde tendremos el problema: sufriremos una caída por frenada de pánico al darnos cuenta de la situación, o nos saldremos de la vía al intentar continuar la trazada pero ser incapaces de mantenernos en nuestro carril.

Otro error habitual es, al darnos cuenta que hemos salido tan abiertos de la primera curva (y que vamos a entrar tan cerrados en la siguiente), pretender enmendar la situación frenando: como vimos en su día (entrada en curva) al accionar el freno delantero la moto se hace muy subviradora y nos costará mucho más cambiarla de dirección, de forma que también acabaremos saliéndonos rectos incluso antes.

LA SOLUCIÓN. Lo primero es, como siempre, cuando estamos hablando de circular por carretera, el evitar hacerlo con tensión, estrés y queriendo ir más rápido de lo que sabemos, o es razonable ir. Que nadie, ni tú mismo, te imponga un ritmo con el que no estés del todo cómodo: recuerda que te deben sobrar «recursos» por si aparece algún imprevisto, o estarás «vendido».

Aún así, es posible que afrontes la primera curva con más alegría de la que esperabas cuando ves que la sigue inmediatamente una curva hacia el otro lado: en ese caso evita abrir tu trayectoria saliendo de esa primera curva, porque será más importante la siguiente si pretendes pasar por ella ágilmente y salir a la recta siguiente con velocidad. Si consigues salir pegado a tu lado izquierdo, la siguiente curva a derechas no tiene más secretos.

Si no lo consigues, deberás esforzarte en cambiar de lado la moto y abrirte antes de afrontarla: evita tocar el freno delantero en esa maniobra, pues endurecería la dirección; aplica fuerza de contramanillar y ayúdate de tu peso sobre las estriberas, y te sorprenderá lo rápido que puedes cambiar la moto de lado y cómo puedes mandarla por donde te interesa. Ésa es la clave, ser consciente de que tú la controlas a ella y que no está yendo «por donde quiere», que es la sensación que puedes tener al salir abierto de la primera curva y parecer inevitable «tragarte» la segunda. Cuidado, por último, con el gas en el cambio de lado: la rueda trasera perderá apoyo y podrías sufrir una derrapada.

CUESTIÓN DE PRÁCTICA

  • Contramanillar. Haciendo un cambio de lado rápido descubrirás, si no lo habías hecho aún, lo que es el famoso «contramanillar», es decir, que en moto cuando queremos girar a al derecha realmente hacemos fuerza en el manillar hacia la izquierda, y viceversa, puesto que lo que hacemos es provocar el inicio de la inclinación y ahí sigue el giro. Empieza practicando a velocidad media (entre 60 y 80 km/h), y tocando sólo con las palmas de las manos el manillar verás que cuando la izquierda empuja (y el manillar «gira» muy levemente a la derecha) la moto se va precisamente a la izquierda, y al revés. Una vez «descubierto» verás que puedes fijarte en las fuerzas que haces en zonas de curvas, incluso en curvas rápidas de autovía para cambiar de carril o moverte dentro de tu carril entre un lado y otro. Se trata de que seas capaz de notarlo y aprovecharlo a tu favor para controlar bien tu moto.
  • Peso en las estriberas. Una vez hayas probado el contramanillar, puedes probar a hacer (las eses) con una sola mano: las fuerzas serán más obvias ya que se duplicarán al usar un solo brazo. Ahora, ayúdate de tus piernas: haz fuerza para «levitar» sobre el asiento y aplica el peso alternativamente sobre cada estribera, para hacer un eslalon suave también. Si pruebas con las manos, verás que necesitas hacer mucha menos fuerza de brazos ahora que cuentas con esa ayuda: la combinación de las dos te ayudará cuando necesites hacer un cambio rápido (y preciso) de dirección.

© Agradecimientos y Créditos: Motociclismo.es. Enlaces, menciones y fotos de esta entrada.

PóluxCrivillé NO A LOS GUARDARRAÍLES ASESINOS

Nota: Puede que los enlaces, imágenes y/o vídeos dejen de funcionar.

2 comentarios en “Curvas enlazadas”

  1. esplicas bien,pero se eres principiante no comprenderas todo, creo qhacen falta mas dihujitos sobre contramnillar, empujar o tirar del manillar, en que estribera poner mas peso, fuerzaque lo puedan comprender todos, solo entonces es util

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