Me cuesta rodar con lluvia

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De un tiempo a esta parte noto que cada vez me gusta menos circular los días con lluvia. No sólo es porque se combinan las peores condiciones para rodar sobre dos ruedas (pérdida de visibilidad, de adherencia, mayor suavidad al manillar), además añado la pérdida de confianza con este medio…

A la moto respeto, nunca miedo…

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Pero no confundas lo que te digo, con que tengo miedo encima de la moto con lluvia. No es eso. Es respeto por unas condiciones en carretera que sé que se tienen que afrontar con mayor diligencia a los mandos de mi Verdy. Sin duda, mi último percance con una mancha invisible con la que me vi literalmente en el suelo, no me ayudó en nada. Ahora tengo que recuperar una confianza que creí tener más afianzada, y que el agua me la ningunea a su antojo. Así que, ¿quién mejor que un@ mism@ para saber qué pasa y encontrar una solución? Yo he buscado entre mis técnicas de conducción aprendidas y puesto en marcha un plan de recuperación a corto plazo.

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• Necesito más «flow». Si te preguntas qué es esto, en mi caso te lo traduzco como ir menos rígido al manillar. Recuerdo uno de los cursos que hice donde aprendí a llevar la moto «con la cintura». El secreto consiste en relajar brazos y piernas sin dejar de adoptar una conducción a la defensiva al manillar. El efecto es como el de bailar una Lambada, me sentía tan suelto que conseguía maniobras y giros muy, pero que muy fluidos.

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• Mejorar mi postura sobre la Z1000SX. Esto se debe a que suelo practicar entre dos posiciones en marcha. Una más alejada del manilar estirando los brazos y separándome del depósito, y la contraria. Me doy cuenta que cuando llevo algunos kilómetros con los brazos alargados, tiendo a ponerlos rígidos y provoco que todo mi tronco reaccione como un bloque, perdiendo de esta manera toda capacidad de movilidad. Cuando advierto esta conducta, tengo que resetearme mentalmente y acercarme al depósito para que mis brazos estén flexionados y los codos más abiertos. Así gano en agilidad aunque pierdo algo en comodidad. Es cuestión de encontrar el equilibrio.

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¿Qué haces cuando adviertes que no llevas la moto igual con lluvia que «antes»?

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• Revisar más frecuentemente la presión de los neumáticos. Sí, esto que a priori pueda parecer baladí, tiene una enorme importancia. Sobre todo en días donde necesitas que todo vaya más redondo 😛 Tanto la goma trasera como la delantera requieren de unos mínimos cuidados y atenciones. Fíjate que yo mido la presión cada +-500 Kms. y sin embargo, la última vez que lo hice, me encontré que la rueda que manda estaba más descompensada que la otra. En ese momento entendí por qué la dirección era más inestable e imprecisa, llegando a transmitirme cosas que la imaginación (que ya vuela sola) entendía como pérdidas de contacto, etc.

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Cursos de conducción con lluvia

Otra solución que veo muy factible es la de hacer un curso de conducción segura en condiciones de mojado, donde algún que otro ejercicio con la pista húmeda, me demostraría las capacidad de agarre de los neumáticos en esta situación. Mientras llega esta opción, y si te sientes familiarizado con lo que te cuento, ¿qué haces tú para ganar confianza sobre mojado?

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