Parecía que no llegaba nunca, pero el otoño ya está aquí. Y con él, la lluvia, las primeras nieblas, menos horas de luz… Cuidado porque además de inclemencias del tiempo, el otoño trae peligros…
LO QUE DEBES SABER…
- Cuidado con: el asfalto deslizante a causa de las lluvias y la menor visibilidad.
- Lo mejor: revisa la presión de tus neumáticos, y los líquidos.
- Precaución extra: ve más despacio y ten más distancia de seguridad con el vehículo que lleves delante.
El otoño se caracteriza por las lluvias, por la bajada de temperaturas, la reducción de las horas de luz, la niebla y otros problemas con los que no contábamos en verano. Por ello, debemos tener la moto a punto y conducir con más precaución.
Con la bajada de temperaturas, entre otras cosas puede disminuir la presión de los neumáticos. Revísalos y asegúrate de llevar la presión adecuada indicada por el fabricante. Además, debes revisar el nivel de los líquidos como el del agua, el aceite o los frenos.
Otro de los peligros del otoño no es tanto la lluvia torrencial como las primeras gotas, que originan una suciedad o “barrillo” en la carretera que resulta altamente deslizante. De hecho, la adherencia puede disminuir hasta en un 50% respecto a condiciones normales. Ojo con las hojas de los árboles que caen en el asfalto: también son altamente deslizantes.
Ten en cuenta que debes conducir no sólo a una velocidad permitida para la vía por la que vayas, sino a una velocidad que te permita conducir con seguridad y anticipación. Así pondrás solución a contratiempos inesperados.
Por último, si te encuentras con niebla en la carretera y ésta es muy densa, toma como referencia las líneas del margen derecho de la calzada. Recuerda adaptar la velocidad y la distancia de seguridad a las condiciones del tiempo.
© Agradecimientos y Créditos: Artículo de Irene Mendoza publicado en Motor Mapfre. Enlaces, menciones y fotos de esta entrada.
NOTA: Puede que los enlaces, imágenes y/o vídeos dejen de verse.
Como siempre, genial artículo!
V’sss
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Esta muy bien.
Es cierto.
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Genial artículo, cómo siempre.
Cuando hay niebla, uso el GPS para tener una referencia de para dónde va la carretera, además de cómo dices, seguir la línea de la carretera. Otra cosa es que cuando hay niebla la pantalla se llena de agua y no te das cuenta, hay que limpiar la visera de vez en cuando, aunque no parezca que está llena de agua.
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Hola Notanoverlander, ¿ya por España? 🙂
A mí me estresa y fatiga muchísimo la niebla. Esto de no tener un «horizonte» claro me agota física y psicológicamente. Como bien dices ese agua que además empaña los retrovisores te dejan aún más a ciegas… Uffff….
Thks por tu comentario y disfruta de la tierra 😉
V’SsS
PóluxCrivillé
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Síii, acabando ya, el sábado de nuevo paliza para subir :).
Estresa y cansa mucho si, tienes que ir mucho más pendiente de todo y, además, suele hacer bastante frío por la humedad, con lo que el cuerpo se entumece mucho.
Un saludo!
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