En mojado la primera norma es evitar aguantar la frenada al empezar la fase de entrada en una curva, ya que el paso de «agarre» a «no agarre» puede producirse mucho más fácilmente, y de forma brusca, y la caída de rueda delantera es inevitable…
En seco la diferencia entre el agarre «sin resbalamiento» y «derrapando» es pequeña, pero en mojado es muy superior (cuando el neumático pierde el agarre y empieza a resbalar, resbala mucho más porque ya no «muerde»).
Tras frenar y adaptar nuestra velocidad a la curva (y «a la baja», con un margen más prudente de lo normal), entraremos desde lo más «fuera» que sea práctico para mejorar la visibilidad, e inclinaremos con cuidado y trazaremos de forma que alcancemos el ápice (punto más interior de la curva) «tarde», para evitar perder margen de anchura en la salida.
© Agradecimientos y Créditos: Extracto de un artículo de Josep Armengol para Motociclismo.es. Enlaces, menciones y fotos de esta entrada.
NOTA: Puede que los enlaces, imágenes y/o vídeos dejen de verse.
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