Existen métodos que, unas veces por su simpleza y otras por su desconocimiento, no los pones en práctica cuando realmente son efectivos…
El “truco” de poner un papel humedecido en la pantalla del casco y dejarlo estar un tiempo para ablandar y retirar mejor a la fauna y flora seca, me lo enseñaron los chicos de Masquecurvas. Y ¡¡¡funciona!!! Como también lo hace una patata cortada a la mitad y extendida por el interior de la visera para evitar el vaho o la condensación.
Un casco requiere de mantenimiento e higiene. Con el simple hecho de evitarle golpes o no dejarlo a la intemperie, conseguirás que envejezca más lentamente prolongando un poco más su ciclo de vida… y la tuya.
Es importante leer con atención las instrucciones del fabricante. Por fuera evita los productos abrasivos. Nada de mojarlo con líquidos de limpieza basados en petróleo o alguna cola o disolvente, podría afectar químicamente al material del casco y disminuir alguna de sus funciones de protección.
Si se quiere lavar, hay que hacerlo con un jabón neutro y agua templada, dejando secar a temperatura ambiente.
Por dentro, si se pueden desmontar los acolchados, basta con lavarlos con agua templada y después dejarlos a secar. Nunca emplees fuentes de calor directas como un secador, dañarías la espuma.
Si los acolchados de tu casco no se pueden desmontar, puedes meterlo en un cubo de agua templada. Después dejaremos secarlos.
En cuanto a los accesorios, mantén la visera del casco limpia. Controla que no exista ningún rasguño muy marcado que pueda impedir o modificar la visión. En ese caso, deberás cambiarla por otra.
Aunque los tratamientos anti-rayas son muy efectivos, nunca toques la pantalla en seco con las manos o con un trapo. Para limpiarla usa jabón neutro y límpiala con los dedos de las manos.
En las bisagras de la visera se acumula mucha carbonilla. Desmonta la pantalla para que la limpieza sea más efectiva, especialmente en los laterales.
Los herrajes de los cierres deben quedar bien secos a ser posible con pistola de presión para quitar toda el agua, así evitaremos que se oxiden los muelles.
Reemplaza el casco en el caso de que haya estado sometido a un choque o golpe fuerte, aunque no tenga daños a simple vista. Se recomienda el cambio cada cierto tiempo, ya que las cualidades protectoras pueden deteriorarse con el tiempo y uso diario.
© Agradecimientos y Créditos: Repsol.com. Enlaces, menciones y fotos de esta entrada.
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Muy bueno. Sencillos consejos fáciles de poner en práctica…. aunque nos de pereza hacerlo y nunca encontramos el momento para dedicarle unos minutos a un elemento tan importante como el casco.
El del papel húmedo no lo conocía, habrá que probarlo.
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Genial, Unos consejos muy interesantes Gracias por compartirlos
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