El peligro de las carreteras comarcales en moto

Seguro que a ti -como a mí-, nos gusta hacer la ruta más larga para llegar al destino. Sospecho que, como poco, una hora más tarde, ¿verdad? Aquella que dista de ser una línea recta y, cuanto más alejada de la urbe, ¡¡¡mejor!!!

Yo suelo ir por carreteras que en los mapas de papel pintan de color blanco o amarillo y que algunos llaman locales y/o comarcales. En muchos casos me he llevado grandes sorpresas por el estupendo estado de las mismas y en otras, todo lo contrario. Vamos, sabes que no estás en la Luna porque hay gravedad y mucha, tras esquivar tanto socavón con forma de cráter.

Lo “bueno”, y fíjate que lo entrecomillo, es que de dar con una buena pista, sin apenas tráfico y curvas ratoneras de esas de +-80 Km/h, lo paso tan bien que tengo que dejar de sonreír dentro del casco, porque se me salen los dientes por la visera. Sin embargo, en este tipo de escenarios también encuentro muchos peligros. Tantos, que me pueden faltar esos mismos dientes que decía antes. Aquí tienes unos pocos problemas:

Tierra, piedras u otros obstáculos que pondrán a prueba tu destreza.
Animales, ya sean perros, gatos, como caballos, vacas y demás fauna autóctona.
Si hay bichos, también habrá cagarrutas de variopintos tamaños, y con ellas, todo un baile en forma de zig-zag para no impregnar el radiador, cuando menos. Si es que no resbalas tras pisar alguna…
¡Ah, los árboles NO son santos! Sus hojas, resinas y sombras pueden sorprenderte. Y si te haces un recto, comprobarás que además son duros.
También hay “otros animales”, aunque éstos más modernos y racionales, que llevan coches, camiones, tractores, etc. y que, como es SU carretera y la conocen tan al dedillo (porque pasan todos los días y a todas horas por allí), no dudan en saltarse stops aunque no tengan visibilidad; van a rasSs y usan cualquier carril; arrancan sin tan siquiera mirar por el retrovisor; no usan ese extraño artilugio que a veces se enciende y otras no, y que el resto de mortales llamamos intermitentes; estacionan paran en mitad de la calzada cuando difícilmente pueden cruzarse dos vehículos y MUCHO CUIDADO si vas detrás de alguno, porque sus maniobras serán tan imprevisibles como inevitables sus consecuencias.
…

Podría seguir contándote peripecias, pero prefiero que seas tú quien me ayude con los comentarios, para seguir elaborando una lista de “marrones” a tener en cuenta en nuestras carreteras locales y comarcales, ¿te animas?

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