Hoy por hoy el único motivo por el que le pondría una cúpula a mi negrita sería por salud, porque estéticamente, -no te ofendas si tienes una-, ¡¡¡le queda como a un santo dos pistolas!!!
Se supone que tanto cúpulas como carenados están ahí para proteger la cabeza, cuello y cervicales de las turbulencias. Aunque esto es muy relativo porque depende del diseño de la máquina como de tu propia envergadura. Sin ir más lejos, la Z1000SX que probé, pese a llevar configurada la posición de máxima altura (y mayor protección), no me cubría más que el cuadro de mi Hornet… ¡a pelo!
Con independencia a lo anterior, una cúpula requiere de unos mínimos cuidados que la hará parecer como nueva aunque esté en primera línea de fuego. Para ello, sigue los consejos de Luis López publicados en Motociclismo.es:
Límpiala con una solución jabonosa a base de agua en abundancia, mezclada mejor con jabón neutro. En cualquier caso, y sobre todo cuando la suciedad y los mosquitos se apoderen de su superficie, evita emplear limpiacristales, desengrasantes y disolventes varios que acabarán por dañar irremisiblemente el plástico, llegando en el peor de los casos a aparecer grietas.
¿Tienes tú una, te protege o es más por estética? Y después de una ruta, ¿cómo le sacas los mosquitos?
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