No, no esperes aquí un decálogo para “darle al gas con seguridad”; de eso olvídate: no existe. Una moto invita a muchas concesiones por su dinámica, y es un grave error creerse superior basándote en algo tan suicida como que nunca has tenido un susto, -fíjate que digo un s-u-s-t-o y no un accidente-, o porque “controlas”. Magnífica palabra que llena los cementerios de supuestos «héroes». La realidad demuestra que no hace falta rodar por encima de los límites legales de velocidad para irse rápidamente al otro barrio. Tan sólo tiene que ocurrir una desafortunada cadena de incidentes para que te cambie la vida. Unos tan simples como un miserable patinazo en segunda marcha que puede dar con tus huesos contra un guardarraíl, otros tan efímeros como un exceso de velocidad que te impedirá tener tiempo (matemáticamente hablando) para reaccionar con la suficiente solvencia como para impedir el desastre… y de ahí mi pregunta: ¿estás preparado?
Motociclismo.es te invita a la reflexión tras la lectura de su artículo:
Para disfrutar de montar en moto no es necesario sobrepasar las velocidades máximas: aunque la DGT indique que la «velocidad inadecuada» es responsable de casi la mitad de los accidentes por salida de vía -la más común entre los motociclistas en carretera-, y del 60% de los fallecidos y heridos graves, indiquemos que sólo un 2,7% de la totalidad de las infracciones se producen por «velocidad excesiva», es decir, por encima de la reglamentada por la vía o por las señales.
Según MAIDS (estudio de la CE), sólo en un 8% de los casos la velocidad de una moto accidentada era muy inhabitual (muy superior, o inferior, al resto)… pero esta diferencia de velocidad no contribuyó a causar el accidente. Y recordemos que «velocidad inadecuada» no implica infracción, dado que se circula por debajo de la limitación específica y genérica que pueda regir en la carretera: en definitiva, nos caemos sobre todo en curva y en carretera secundaria, y a velocidades reducidas, por debajo de 70-80 km/h.
Pero recuerda que, por mucho que la no existencia de infracción implique que siempre deba tratarse de víctimas, nunca de culpables… ¡a partir de 28 km/h el guardarraíl es letal!
No olvides lo siguiente
A 300 por hora se recorren 83 metros por segundo, y éste es el tiempo de reacción antes que empieces la frenada efectiva. A 200 por hora, se necesitan en el mejor de los casos (una frenada con ABS y sobre aviso) más de 150 metros para detenerse…
Está claro que lo principal es prevenir cualquier imprevisto, y no basar el placer de montar en moto en las velocidades siderales ni siquiera en escenarios a priori favorables. No hablaremos aquí y ahora de puntos y radares, pero sí de que un tractor cruzando, o un perro, o un bache, o una simple falta de atención, es irrecuperable a alta velocidad.
Recuerda que:
- Cuanto más alta es la velocidad, más espacio y tiempo necesitas para reaccionar o para frenar…
- Extrema en todo caso la concentración: no hay nada más importante que lo que estás haciendo, conducir.
- En carretera de ritmo alto nada te garantiza que no encuentres de repente una curva lenta inesperada… o un obstáculo imprevisto.
Fallos habituales:
- Andar distraído y sin la atención puesta en la conducción (acostumbrarse a la alta velocidad).
- Ser demasiado optimista en la carretera. Un pesimista es un optimista bien informado, así que ¡siempre! es mejor prevenir que curar…
- No estar bien puesto a punto para «correr»: moto mal cuidada, pantalla sucia y con entradas de aire…
- Pensar en que, «como no hay radar o señales»… aquí puede uno quitarse de penas yendo a tope.
© Agradecimientos y Créditos: Enlaces y menciones de esta entrada.
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Un poco derrotista el articulo para mi gusto Polux … no me gusta nada hablar de accidentes ni de sus estadisticas.
Andar con ojo y sin confiarse, eso si. Saludos
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Hola Mariano, gracias por pasarte por aquí y dejar un comentario 😉
Está claro que «todos controlamos», aunque no todos por igual y esto, por desgracia, se suele saber demasiado tarde… Como bien dices: «Andar con ojo y sin confiarse, eso sí» 🙂
V’sSs
PóluxCrivillé
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