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Peligro: ¡coche a la vista!

poluxcriville-formulamoto-es-conducir-moto-entre-cochesSi ruedas mucho por ciudad sabrás mejor que yo cómo se las gastan los enlatados, aunque hay algunos “moteros” que también se pasan cuatro pueblos, que todo hay que decirlo. En carretera la cosa cambia aunque se repitan las cafradas. No es la primera vez que en un adelantamiento, el adelantado, me echa del carril. O que me hagan igual que en la foto…

Por desgracia, en ambos bandos tenemos para escribir un libro y seguro que faltan páginas. Con lo fácil que es “llevarse bien y respetarse mutuamente”; ahí lo dejo. A continuación tienes un montón de buenos consejos del experimentado Moriwaki, también conocido como Tomás Pérez de la Escuela Portalmotos.com, que te pueden ayudar en el día a día frente a las cuatro -o más- ruedas:

Recomendaciones para todas las circunstancias en las que compartimos la calzada, las calles y la ruta con los coches.

Si vamos detrás de ellos:

  • Nos lanzan una manta de agua fina y sucia cuando llueve y el asfalto no drena como debería; crean molestas turbulencias los días de viento que nos golpean a un lado y otro como si nos abofeteara una gran mano.
  • Pueden ocultar debajo, a su paso, eventualidades peligrosas: baches, manchas de aceite, elementos resbaladizos con la lluvia como pintura, tapas de alcantarilla o respiraderos del metro.
  • Con toda la desconsideración y con alguna frecuencia, nos lanzan colillas encendidas o, inesperadamente, agua del lavaparabrisas.
  • Pueden frenar tan brusca e imprevisiblemente como un taxi ante el brazo alzado de un peatón en la acera, o como el que se deja atrás un desvío o un cruce; por no hablar de los furgones y furgonetas de paquetería urgente y similares que, aparte de impedir nuestra visión más adelante, frecuentemente, sus reacciones constituyen una auténtica caja de sorpresas.

Si nos mantenemos a cualquiera de los lados del coche:

  • Los automovilistas no se percatan de nuestra presencia como de la de otro coche y con las dimensiones que manejamos los motoristas, además, caeremos con facilidad en el ángulo muerto de sus espejos. Por tanto, será mejor acelerar suavemente para dejarlo atrás o aflojar para que se vaya perdiendo en nuestro horizonte. Procurar no circular en paralelo con ellos.

Si se acercan por detrás:

  • En este caso es donde resultan realmente peligrosos. Debemos mantenerlos siempre controlados por espejos.
  • Cuando veamos por nuestros espejos que un coche se nos echa encima sin la debida consideración, debemos acabar de inmediato con esa situación, apartándonos a la derecha o dando gas para dejarle atrás.
  • Veo con frecuencia y con preocupación cómo algunos moteros noveles, que se suben a una 125 sin abandonar su mentalidad automovilista, circulan a 90 por hora por el centro de una autovía de tres o más carriles y, en muchas ocasiones, ignorantes de que llevan un coche pegado detrás.

Un coche parado en el arcén o en doble fila:

  • Una coche parado en esas circunstancias, con las luces de emergencia encendidas, entraña dos peligros a la hora de sortearlo. Uno, que pueden abrir una puerta justo en el momento en que pasemos. Y dos, que arranque y salga andando cuando menos lo esperemos.
  • Para la primera posibilidad existe un simple truco, por llamarlo de algún modo, que nos dará un margen de un segundo, más o menos, antes de encontrarnos con el canto de la puerta en nuestro frente. Si logramos ver la cabeza del ocupante del coche. Si apreciamos que el conductor se inclina hacia el interior, hacia la derecha, con una probabilidad muy alta esa puerta se abrirá. Puede que se haya inclinado hacia la guantera o para ahuecar el bolsillo izquierdo, pero no habremos perdido nada, por una vez que ocurra, apartándonos a la izquierda o frenando. En cualquier caso, si hay espacio, lo recomendable y lo más prudente es pasar a más de un metro del coche.

Cuando sale un coche a nuestro paso de un cruce o desde un vado:

  • Si es de noche, haremos por sistema un par de ráfagas para advertir de nuestra llegada; aunque nunca contaremos con que nos vayan a respetar, únicamente intentamos que nos vean.
  • Si es de día, buscaremos la cara del conductor y trataremos de adivinar si nos está mirando, si nos ve. Si es así, no contemos nunca con que nos vaya a respetar (a menos que nos hagan alguna seña), tan sólo nos ha visto. Si no nos ha visto, si está mirando hacia otra parte, debemos poner toda nuestra atención y estar preparados por si el coche sale en cualquier momento.

Artículo original AQUÍ

© Agradecimientos y Créditos: Enlaces y menciones de esta entrada.

PóluxCrivillé NO A LOS GUARDARRAÍLES ASESINOS

Nota: Puede que los enlaces, imágenes y/o vídeos dejen de funcionar.

2 comentarios en “Peligro: ¡coche a la vista!”

  1. si uno sabe manejar moto bien siempre esta atento a todo el que recien empiesa que acepte los consejos de amigos no de conocidos que andan en moto hace tiempo

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