Ajuste de las manetas de embrague y freno

Cuando coges tu moto nueva del conce, o la que acabas de comprar de ocasión, lo más que probable es que no dediques ni un minuto a ajustar nada. Los retrovisores de pasada, ¡y mucho es! Sin embargo, una correcta posición de los mandos evitan que, con el tiempo, sufras molestias en alguna articulación a lomos de tu burra. Recuerda que hasta la postura es importante…

Hasta ahora con mi negrita no termino de sentirme cómodo en ruta, siento calambres como haga mucho uso de la palanca del embrague. En mitad de mi última ruta decido volver a adaptar las manetas de embrague y freno bajándolas aún más (tal y como ves en la foto), pero conservando la línea ficticia hombro-brazo-mano. Con el freno noto una mejora sustancial, aunque la del embrague se me resiste. También es cierto que ya tengo tocada la mano, y he de esperar a que repose unos días para cogerla “en frío”. En mi caso, al mover cada maneta se desplaza toda la piña, por lo que debo reorientar los retrovisores también.

Normalmente para cualquier ajuste que le hago a la moto me gusta contar primero con las herramientas que trae de serie, de esta manera sé si llevo encima lo que necesito, y compruebo a la par la calidad de éstas “sobre el terreno”. Y es por ello que no me gustó nada la llave fija 8-9 mm. Su tacto “calaminoso” (en general, todas) y su ajuste incierto a la cabeza del tornillo (que provoca redondeos), han conseguido que la sustituya por otra de cromo vanadio y de estrías.

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