Candán 1 – Paraño 1

Hasta el jueves no ha sido el mejor día de la semana para rodar y aún así llovió por la noche. Quedé en visitar a Nafisgal en Carballiño y, de paso, hacerme un recorrido de los míos: 258 kilómetros para tomar “un café”… Aproveché para incluir en la ruta a los puertos de montaña Candán y Paraño que les tenía ganas, al menos pasar por allí de nuevo. En el Paraño me accidenté aunque, afortunadamente, no recuerdo ni donde. Maravillas de la autoprotección del ser humano.

En la ruta de sobremesa me acompañaban Yuke, Karlangas y Diego con su flamante CBF600. Me faltó un verde Kawa para tener un “strike” japonés y algo más de color entre las tres negras y una azul. Nos fuimos abriendo camino junto al resto de tráfico rodado sin excentricidades, para que luego digan que vamos como locos. Una vez llegamos al Paraño tuve la suerte de encontrarme la carretera casi “para mí sólo” por lo que no tardé en ir enlazando una curva tras otra, y otra y otra… ¡¡¡Qué delicia!!! En ese momento me di cuenta de lo que lo echaba de menos. Particularmente prefiero las subidas pese a que ésta bajada no me defraudó, de hecho me supo a poco. Me dieron ganas de subir para recorrerlo de nuevo, jaajajaj

Hicimos una primera parada “de avituallamiento” en Carballiño quedando con Nafisgal en hacer algo para la Pementada de Arnoia en Agosto’10. A continuación sacamos nuestras motos de la acera poniendo rumbo a Chantada para, acortando por Lalín, llegar hasta el Candán. La segunda y última pausa fue en la capital de la Comarca de Chantada. Ahí se agradecía un refrescante Aquarius bajo una sombrilla y el leve céfiro que secaba nuestras espaldas… Diosss me voy a presentar al Planeta!!! jajaaj

Tras los refrigerios, pinchos y pase de modelos varios tocaba acicalarse y conocer un tramo nuevo. Se trata de la carretera que nos llevaría a Lalín pasando por Rodeiro. Buena pista, ancha, pintada por tramos y con zonas en obras sin que ello obstaculizara la circulación. Después, por fin llegó el Candán. Me encanta. Reúne mis requisitos: subida, carretera ancha, buen asfalto… Al igual que por el anterior puerto también era la primera vez que pasaba por allí con la Honda. Enseguida me separé del grupo y me di cuenta de que la Hornet es distinta en su comportamiento a la Bandit, sin que esto signifique descrédito alguno con la que otrora disfruté mucho. Los cambios de dirección, la ligereza, las inercias, la respuesta del motor rondando el meridiano del cuentavueltas, la seguridad que te transmite el tren delantero, lo fácil que entras en las curvas… Parece que no seas el mismo piloto.

El 180 trasero -de por sí- facilita enormemente las fuerzas de la física por lo que no quería llegar a ningún límite. Fui practicando “posturitas” con el fin de mantener el abejorro lo más vertical posible desplazando el centro de gravedad con mi cuerpo. Una experiencia extraña aunque muy positiva. De vez en cuando buscaba por los retrovisores a mi gente encontrándome en todo momento el haz azulado del xenón de Karlangas custodiando mis movimientos. Más atrás el resto. Otro tramo interesante es el comprendido entre Cachafeiro y la nacional que te devuelve a Pontevedra. Una buena ruta en la que me gustó rodar con Diego. Espero que ésta sea la primera de otras tantas….

Gracias chicos, fantástica tarde 🙂

PD Mi móvil Samsung C3212 está muy bien por aquello de tener dos líneas en un mismo aparato (Dual SIM), sin embargo, su cámara peca de quitar fotos “simbólicas”. Bueno, en algunos casos ni eso…

© Agradecimientos y Créditos: Enlaces, menciones y fotos de esta entrada.

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