
Sin entrar en otras materias, hay cosas que se disfrutan mejor acompañados que… solos. Una buena salida en grupo, por ejemplo, y no sólo por el almuerzo o las risas.
Bien acompañados Cuando salgas acompañado admite que, como una cadena, un grupo “es tan fuerte como débil es su eslabón más frágil”. Es difícil perdonarse que, para disfrute de algunos, se ha estresado tanto al grupo que otros han tenido… problemas. Ello no significará que «los de delante» se aburran, sino que “los de detrás” disfrutarán sin perder los nervios. Por seguridad, lo mejor es acordar un buen sistema de “guías”. En el de “guardias”, el líder (mediante una indicación clara) deja en cada cruce a la moto que le sigue, que espera a que pase todo el grupo y se añade atrás (remontando o no hasta la “segunda posición”, lo que permite el dinamismo propio de cada uno). El otro es que cada miembro del grupo debe esperar sucesivamente en cada cruce a que llegue el de atrás…
¿Rodar pegados? No te pegues a quien te preceda, y menos en grupo compacto, eso aumenta innecesariamente su estrés… tanto como disminuye tu capacidad de acción y reacción ante cualquier imprevisto. Deja distancia, no seas lapa.
Señales y peligros El líder indicará –extendiendo la pierna de ese lado o señalándolo con la mano– posibles suciedades o baches. Sin embargo, no debe tomar jamás como propia la responsabilidad de señalar cuando los que siguen pueden o deben adelantar…
¡El carril contrario «no existe»! Aplica el “acuerdo de honor entre caballeros”, el carril contrario no se utilizará jamás ni siquiera cuando visiblemente “se pueda cortar”, aunque ello “sacrifique esos metros que necesitas”.
Reagrupamiento Utiliza las rectas para agrupar, cortando para esperar al resto del grupo.
El «inevitable» pique No olvides que un 72% de nuestros accidentes ocurren en carretera secundaria y en fin de semana. No entres en piques irresponsables. Toma tus propias decisiones sobre tu ritmo, no te fuerces a seguir a nadie. El guía no puede olvidar su responsabilidad: no debe ser el más rápido, ni siquiera el más experto, sino “el más sabio”, y conducir siendo útil a los demás (marcar las líneas de trazada, los puntos de frenada, un ritmo sensato…) más que siendo insolidario o incluso mal compañero («ahora aprovecho la recta y me escapo»)… Una salida en grupo no debe demostrar quien es “el más valeroso del barrio”.
© Agradecimientos y Créditos: Motociclismo.es. Enlaces, menciones y fotos de esta entrada.
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Muy Bueno.
Si todos hiciesemos lo que indicas, se mejoraria la imagen que los demas tienen de nosotros. Y seguramente, salvariamos la vida de alguno de los nuestros.
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Cuánta razón, Pedro. Gracias por tu comentario 😉
V’SsS
PóluxCrivillé
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pues si aveces es inevitable hacer lo contrario a lo correcto pero siempre recapacitamos y nos redimimos
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Hola Vitin, un «momento de locura» al día lo tenemos t-o-d-@-s, El problema surge cuando los sesenta segundos se convierten en varias horas…
V’SsS
PóluxCrivillé
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Salir en grupo…..
Las 3 últimas veces que salí en grupo fue un desastre.
En la primera salíamos de Andorra dirección Francia, como tengo un gafe de la ostia, al único del grupo que pararon los gendarmes de la frontera francesa fue a mí. ¿Creéis que el resto se paró para esperarme? Pues no. Continuron la marcha, me tuvieron ahí como 20 minutos y cuando se cansaron de mirarme la moto me dejaron marchar, reanude la marcha y me hice toda la ruta yo solo.
En la segunda salida se salía de Andorra hasta no recuerdo que rincón de la 5ª ostia de España, en está salida me tocaron un poco los huevos porque escuché algún comentario respecto a mi ritmo y lo prudente que soy, pero no hice caso. En esta salida aproveche que por mi manera de llevar la moto y la manera de conducir del resto siempre me quedo el último, pues me ofrecí a cerrar yo el grupo y cuando me viesen al llegar a las paradas señaladas ya supieran que estamos todos.
Como era de esperar, a los 80km de la salida de Andorra dirección Solsona ya me quedé solo. Al llegar en ese encuentro todos rraniron la marcha hasta «ni idea del pueblo» ahí paramos a tomar café la cuenta, en vez de cada uno pagarse lo suyo, no sé porque el total se dividió entre todo, así que por una cerveza de 1,30€ me tocó pagar 2€. Bueno, da igual, voy en moto y lo demás no me importa.
Continuamos la marcha, antes de arrancar cogí el mapa para saber cuál era el siguiente pueblo y la carretera a seguir, cuando do me subí a la moto no había ni dios, ni me esperaron ni nada, alucinante. Cuando llego al cruce del desvío a coger para ir al restaurante me encuentro con el que inicia el grupo, osea, «el guía» pare y me quedé a cuadros osea, estábamos solos el que abre el grupo y el que lo cierra, yo.
Pensé, dónde estarán el resto de los 42 moteros con sus 1.000cc RRRR no se cuántas R’s habían en pegatinas, que si no llevas una R no es una moto de verdad, en fin…. Pues los super moteros se desviaron y recorrieron unos 60km de más. Sin comentarios, yo iré a la velocidad que marca la señal pero al menos no me pierdo.
La 3ª salida ya pasé de todo, salí para recargar la batería, pasé de todo.
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Hola Ramón, gracias por compartir tus experiencias. Fijo que algún colega aprende. La verdad es que para salir como indicas, a mí no me compensa. Me estresa más que relaja la situación y así, como comprenderás, yo tampoco disfrutaría… Somos muchos y de distinta calaña, lo ideal es encontrar al menos un compañero de ruta que sea afín a tu forma y que ambos os complementéis. Salir de ruta solo está bien, lo tengo hecho más de una vez porque, por horarios, raramente coincido con algún colega de mi zona. Pero lo ideal es que vayamos acompañados «por si» ocurriera cualquier cosa… que nadie está a salvo de Murphy 😉
V’sSs
PóluxCrivillé
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