Dichosas «vviiibbrrraaccionneeessssss…»

Mi «querida» Xciting no deja de ser una versión exigua de la Caja de Pandora de la que tanto presume la prepotente Kymco en su comercialización; como antídoto a su «doble tija», vacúnate con el viejo dicho popular que dice: «lo barato, sale caro…». Digo esto porque ahora que mi última adquisición, la de Hamamatsu, está rozando los 5.000 Km. -los mismos con los que vendí a la de Kwang Yang-, en comparación, no adolece de nada en absoluto de lo que mi otrora Mega. Simple y llanamente: no hay color – por mucha 500 que sean las dos – por mil euritos más…

Aunque, seamos justos. Como me gusta decirlo todo, lo único que padece mi «susi» en este momento es de «Parkinson», es decir, sus «bicilíndricas vibraciones» tienden a aflojar la tornillería del carenado en general, lo que me lleva a revisarla periódicamente o, por el contrario, puede que vuelva a casa con un tornillo menos 😛 jajaajj

También me he dado cuenta de que, en algunos baches, se me van cayendo los «embellecedores» de los tornillos del manillar. Hasta que no descubrí por mis propios ojos estas pérdidas, ya decía yo que los «amigos de lo ajeno» se conformaban con poco…

Por otra parte, hablando de tornillos y vibraciones; ya perdiera uno de los tornillos que sujetan la cúpula. Por eso, en caso de apretarlos por tu cuenta, debes hacerlo con suma atención puesto que algunos son de plástico como el que está por encima del faro y a la mínima: 1) se pasa de rosca y 2) se deteriora la – ya de por sí – cabeza estrellada.

En la parte de las vibraciones, curiosamente este modelo tan longevo -y rentable para la hispano/japonesa-, trae un «defecto» de fábrica. Con el paso de los kilómetros la parte inferior de la cúpula (la de color negro con la pegatina «SUZUKI» al fondo), se va deteriorando perdiendo ese color negro y apareciendo en su lugar una «mancha blanquecina a modo de lluvia de estrellas» como consecuencia de la fricción entre ambos plásticos, junto a un sonido de «abejorro» en las marchas más cortas. No tiene más mal mayor que el estético. Para su erradicación, se debe sustituir por una nueva (cedida en garantía si procede), acoplando unas tiras de «Teflón» o similar, que absorvan y amortiguen este «Parkinson».