El miércoles pasado estuve en Nerga, preciosa playa junto a Cangas que deja cristalinamente claro que es una maravilla del mundo no clasificada. Como no quería hacer más kilómetros de la cuenta, dejé aparcada todo el Jueves a mi "susi" para traerla al taller y hacerle la revisión preceptiva de los 1.000 Km. Y es que en tres ratos nos hicimos poco más de 650 kilómetros entre el Lunes y el Miércoles…
Tan sólo tenía 1.042 Km. y las únicas pegas que le comenté a mi "manolito", término cariñoso con el cual acuño a mi mecánico de confianza, fueron las de un sonido sospechoso sólo en sexta velocidad, chirrido del freno trasero y subir unos centímetros las luces de cruce y largas…
Tras dos horas que aproveché en la tienda para mirar un montón de cascos, unas mochilas cubredepósitos y "melonear" un poco sobre un par de GSR 600 "de paquete" que tenían en la exposición, vi cómo salía mi "manolito" a probar mi "susi" por ese sonido de la sexta que le comentaba… A los 15 minutos estábamos en la puerta del conce donde me explicaba que le habían cambiado el aceite (Putoline Syntec-4 10W40), filtro de aceite, ajustes varios de la tornillería en general, ralentí, tensado de la cadena, alumbrado y creo que no se me olvida nada. Todo ello por 63 €. Francamente, no sé si es caro o barato, por el momento estoy contento.
De vuelta a casa pero haciendo una rutita un tanto más larga, comprobaba que todos los sonidos de la transmisión habían desaparecido, incluyendo el de la "sexta". Parece que el tensado de la cadena fue la solución "mágica" 
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