Pues eso!!!, ya tenía mono de moto. La dejé dentro de una funda que comprara en el Lidl para la ocasión y, la verdad, no pudo ser mejor inversión, se ajustó casi a la perfección, no le sobraba nada por ningún lado, parecía como hecha a medida!!!
Una vez le quité la funda estaba ansioso por oírla de nuevo. Me precipité a meter la llave en el contacto con la vaga idea de que tal vez, no arrancase por falta de batería pero, no fue así. Lo hizo a la primera y sin rechistar tras más de diez días de inactividad. Ya estaba más que ansioso por sacarla del garaje y darle una vuelta a la manzana aunque fuera…

Hice un par de recados con ella y la dejé de nuevo en el garaje esperando a cogerla de nuevo en alguna ruta. Al día siguiente me la llevé para que hiciéramos unos pocos kilómetros juntos. Puestos a sumar sobrepasamos los 300 Km. El último tramo todo por autopista a más de 140 Km/h durante 30 minutos por lo que las mediciones de consumo deberían variar en el próximo llenado.
Esta tarde me hice una ruta entre Pontevedra y Ourense pasando por el puerto de montaña «O Paraño» en plena N-550. La respuesta de su motor nunca se hace esperar. Es abrir gas y salir disparado mientras truena incesante su escape dimensionado.
Parada en Carballiño, excelente ciudad, no sólo por sus gentes (Grafito, Nafisgal, Flor) sino por su buen pulpo dentro y fuera de las fiestas populares. Compartimos un «refrigerio» primero con Grafito y después con Nafisgal, ambos firmes candidatos a esta Xciting 500, no paraban de mirarla de reojo y de montarse en ella para probar sensaciones.
Después nos fuimos a hacer unos kilómetros junto a Nafisgal y Flor en su Grand Dink 250. Llegamos hasta Ribadavia sin hacer parada, tan sólo para repostar. Yo llené de «trámite» porque sabía que podía aguantar algunos kilómetros más pero, por no hacerlo más tarde le llené su tanque con tan sólo 9 litros para 160 Km recorridos, no está nada mal!!!
Entre Ribadavia y A Cañiza tomamos unas cuantas curvas con buen firme donde comprobé de nuevo que me cuesta muy poco llegar a los límites físicos de mi Xciting pero, se lleva bien. Paramos para tomar una cervecita «SIN» para luego irnos cada uno por nuestro lado.
Más tarde quedé con unos amigos en Arcade, la ruta más rápida era por autovía así que allí metí a mi 500 con ganas de apretarle el puño de manera contínua y así fue. Casi todo el tramo lo venía haciendo sobre los 140 Km/h y otros a algo más sin llegar al tope de rosca. Las sensaciones a esa velocidad son de estabilidad y de empuje cuando quieres adelantar. No superé las 7.500 rpm porque en ningún momento lo era necesario. Si en algunas curvas el tren delantero permanece invariable, en otras con ligero viento racheado notaba un «flameo» incómodo que eliminaba aminorando la excesiva marcha.
Ya en Arcade aparqué un rato mi «bicho» sin que aparentemente se inmutase lo más mínimo. Ni aguja de temperatura por las nubes ni calores que amilanaran su rendimiento. Incluso me pareció, mientras nos recogíamos camino de casa, que su motor respondía mejor a la más mínima insinuación en el gas… 
